Materiales Conductores, Semi Conductores y Materiales Aislantes:
Los materiales pueden ser
clasificados en conductores o aislantes, según conduzcan
la electricidad con facilidad o no lo hagan.
Esta clasificación depende de
cuán firmemente estén unidos los
electrones a sus estructuras, ya que esto es un indicio de la energía
necesaria para otorgarles movilidad dentro del material, es decir para conducir
la electricidad.
Los materiales conductores de la electricidad dejan pasar
fácilmente la corriente. Son los componentes de todos los elementos del
circuito eléctrico, especialmente los cables.
Los materiales conductores más
comunes son los metales. Son materiales aislantes de la electricidad aquellos que
dificultan e incluso impiden el paso de la corriente eléctrica (electrones).
Los materiales aislantes se emplean en electricidad para evitar fugas y
accidentes eléctricos .
Conductor
eléctrico: Cualquier material que ofrezca poca resistencia
al flujo de electricidad. La diferencia entre un conductor y un aislante, que
es un mal conductor de electricidad o de calor, es de grado más que de tipo, ya
que todas las sustancias conducen electricidad en mayor o en menor medida. Un
buen conductor de electricidad, como la plata o el cobre, puede tener una
conductividad mil millones de veces superior a la de un buen aislante, como el
vidrio o la mica.
Conductores sólidos: Metales
Características
físicas:
- * Estado sólido a temperatura normal, excepto el
mercurio que es líquido.
- * Opacidad, excepto en capas muy finas.
- Buenos conductores eléctricos y térmicos.
- Brillantes, una vez pulidos, y estructura cristalina en estado sólido.
- Dureza o resistencia a ser rayados;
- Resistencia longitudinal o resistencia a la rotura;
- Elasticidad o capacidad de volver a su forma original después de sufrir deformación;
- Maleabilidad o posibilidad de cambiar de forma por la acción del martillo; (puede batirse o extenderse en planchas o laminas)
- Resistencia a la fatiga o capacidad de soportar una fuerza o presión continuadas
- Ductilidad: permite su deformación forzada, en hilos, sin que se rompa o astille.
Características
químicas:
Valencias positivas: Tienden a ceder electrones a
los átomos con los que se enlazan.
Tienden a formar óxidos básicos.
Energía de ionización baja: reaccionan con
facilidad perdiendo electrones para formar iones positivos o cationes
Características
eléctricas:
- * Mucha resistencia al flujo de electricidad.
- Todo átomo de metal tiene únicamente un número limitado de electrones de valencia con los que unirse a los átomos vecinos.
- Superposición de orbitales atómicos de energía equivalente con los átomos adyacentes
- La elevada conductividad eléctrica y térmica de los metales se explica así por el paso de electrones a estas bandas con defecto de electrones, provocado por la absorción de energía térmica.
Conductores
líquidos:
El agua, con sales como cloruros, sulfuros y
carbonatos que actúan como agentes reductores (donantes de electrones), conduce
la electricidad.
Algunos otros líquidos pueden tener falta o exceso
de electrones que se desplacen en el medio. Son iones, que pueden ser cationes,
(+) o aniones (-).
Conductores
gaseosos:
- * Valencias negativas (se ioniza negativamente)
- En los gases la condición que implica el paso de una corriente se conoce como el fenómeno de descarga o "ruptura" eléctrica del gas: paso de un comportamiento no conductor (baja corriente) a conductor.
- Tienden a adquirir electrones
- Tienden a formar óxidos ácidos.
- Ejemplos: Nitrógeno, cloro, Neón (ionizados)
Entre los semiconductores comunes se encuentran elementos
químicos y compuestos, como el silicio, el germanio, el selenio, el arseniuro
de galio, el seleniuro de cinc y el telururo de plomo.
Para incrementar el nivel de la conductividad se provocan
cambios de temperatura, de la luz o se integran impurezas en su estructura
molecular.
Estos cambios originan un aumento del número de electrones
liberados (o bien huecos) conductores que transportan la energía eléctrica.
Los cuatro electrones de valencia (o electrones exteriores) de
un átomo están en parejas y son compartidos por otros átomos para formar un
enlace covalente que mantiene al cristal unido.
Para producir electrones de conducción, se utiliza energía
adicional en forma de luz o de calor (se maneja como temperatura), que excita
los electrones de valencia y provoca su liberación de los enlaces, de manera
que pueden transportar su propia energía.
Cada electrón de valencia que se desprende de su enlace
covalente deja detrás de sí un hueco, o dicho en otra forma, deja a su átomo
padre con un electrón de menos, lo que significa entonces que en ese átomo
existirá un protón de más.
Las deficiencias o huecos que quedan contribuyen al flujo de
la electricidad (se dice que estos huecos transportan carga positiva). Éste es
el origen físico del incremento de la conductividad eléctrica de los
semiconductores a causa de la temperatura.
Los cristales semiconductores de dividen en intrínsecos y
extrínsecos. Un cristal intrínseco es aquél que se encuentra puro (aunque no
existe prácticamente un cristal 100% puro); es decir, no contiene impurezas;
mientras que un cristal extrínseco es aquél que ha sido impurificado con átomos
de otra sustancia. Al proceso de impurificación se le llama también dopado, y
se utiliza para obtener electrones libres que sean capaces de transportar la
energía eléctrica a otros puntos del cristal.
Los materiales extrínsecos se dividen en “tipo n” y “tipo p”.
La diferencia del número de electrones entre el material
dopante (tanto si acepta como si confiere electrones) y el material receptor
hace que crezca el número de electrones de conducción negativos o positivos.
Si aumenta el número de electrones de conducción negativos,
entonces el material es tipo n; y si aumenta el numero de cargas positivas
(lagunas), es un material tipo p.
Ejemplos:
Cada átomo de silicio tiene cuatro electrones de valencia. Se
requieren dos para formar el enlace covalente. En el silicio tipo n, un átomo
como el del fósforo (P), con cinco electrones de valencia, reemplaza al silicio
y proporciona electrones adicionales. En el silicio tipo p, los átomos de tres
electrones de valencia como el aluminio (Al) provocan una deficiencia de
electrones o huecos que se comportan como electrones positivos. Los electrones
o los huecos pueden conducir la electricidad.
Cuando ciertas capas de semiconductores tipo p y tipo n son
adyacentes, forman un diodo de semiconductor, y la región de contacto se llama
unión pn. Un diodo es un dispositivo de dos terminales que tiene una gran
resistencia al paso de la corriente eléctrica en una dirección y una baja
resistencia en la otra.
Las propiedades de conductividad de la unión pn dependen de la
dirección del voltaje, que puede a su vez utilizarse para controlar la
naturaleza eléctrica del dispositivo
Algunas series de estas uniones se usan para hacer
transistores y otros dispositivos semiconductores como células solares, láseres
de unión pn y rectificadores.
Los dispositivos semiconductores tienen muchas aplicaciones en
la ingeniería eléctrica.
Los últimos avances de la ingeniería han producido
pequeños chips semiconductores que contienen cientos de miles de transistores.
Estos chips han hecho posible un enorme grado de miniaturización en los
dispositivos electrónicos.
Aislantes
eléctricos:
El aislante perfecto para las aplicaciones
eléctricas sería un material absolutamente no conductor, pero ese material no
existe. Los materiales empleados como aislantes siempre conducen algo la
electricidad, pero presentan una resistencia al paso de corriente eléctrica
hasta 2,5 x 1024 veces mayor que la de los buenos conductores eléctricos como
la plata o el cobre.
La elección del material aislante suele venir determinada por
la aplicación. En los circuitos eléctricos normales suelen usarse plásticos
como revestimiento aislante para los cables. El aislamiento interno de los
equipos eléctricos puede efectuarse con mica o mediante fibras de vidrio con un
aglutinador plástico. En los equipos electrónicos y transformadores se emplea
en ocasiones un papel especial para aplicaciones eléctricas.
Aislantes
sólidos:
En los sistemas de aislación de transformadores destacan las
cintas sintéticas PET (tereftalato de polietileno), PEN (naftalato de
polietileno) y PPS (sulfido de polifenileno) que se utilizan para envolver los
conductores magnéticos de los bobinados. Tienen excelentes propiedades dieléctricas
y buena adherencia sobre los alambres magnéticos.
Un buen aislante entre vueltas de las bobinas de
transformadores es el cartón prensado o pressboard, el cual da forma a
estructuras de aislación rígidas.
Aislantes
líquidos:
Las propiedades físicas de los dieléctricos líquidos como por
ejemplo: peso específico,
conductibilidad térmica, calor específico, constante
dieléctrica, viscosidad, dependen de su naturaleza, es decir de la composición
química, pero su rigidez dieléctrica, además está ligada a factores externos
como por ejemplo: impureza en suspensión, en solución, humedad, etc., que,
generalmente, reducen su valor, degradando la característica importante.
Los fluidos o líquidos dieléctricos cumplen la doble función
de aislar los bobinados en los transformadores y disipar el calor al interior
de estos equipos.
El líquido dieléctrico más empleado es el aceite mineral. El
problema es que es altamente inflamable.
Fluídos dieléctricos sintéticos, (hidrocarburos) con alto
punto de inflamación.
El líquido aislante sintético más utilizado desde principios
de la década de 1930 hasta fines de los 70's fue el Ascarel o PCB, que dejo de
usarse por ser muy contaminante.
Entre los nuevos líquidos sintéticos destacan las siliconas y
los poly-alfa-olefines. Tienen un alto costo, eso dificulta su masificación.
Aislantes
gaseosos:
Los gases aislantes más utilizados en los transformadores son
el aire y el nitrógeno, este último a presiones de 1 atmósfera. Estos
transformadores son generalmente de construcción sellada. El aire y otros gases
tienen elevadísima resistividad y están prácticamente exentos de pérdidas
dieléctricas.
El SF6 (hexafluoruro de azufre) es otro gas aislante que se
caracteriza por ser incoloro, inodoro, no toxico, química y fisiológicamente
inerte, no corrosivo no inflamable y no contaminante. Por sus características
dieléctricas es ideal como medio aislante, tiene una rigidez dieléctrica muy
elevada, tanto a la frecuencia industrial como a impulso, gracias a su peculiar
característica de gas electronegativo. Con la captura de los electrones libres
la molécula de SF6 se transforma en iones negativos pesados, y por lo tanto
poco móviles. La rigidez dieléctrica del SF6 a la frecuencia industrial es por
lo menos dos veces y media la del aire a la presión de 5 kg/cm2, condición que
permite lograr un dado nivel de aislamiento con presiones relativamente bajas,
lo cual implica sistemas de contención simples y de completa confiabilidad.
Este gas tiene menor capacidad de disipación de calor que el aceite mineral,
situación que se puede mejorar aumentando la presión del SF6 en el tanque del
transformador.
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